Mis sesiones de fisio están llegando a su fin (voy tres días a la semana), así que eso significa que lo tengo mucho mejor. Ya no voy con muletas y camino apoyando el pie sin miedo, aunque eso no quita que de vez en cuando aún tenga molestias, y las tendré durante algún tiempo. Reencontrarme con ellos, aunque sea con la mascarilla y sin podernos abrazar, y volver a recordar lo que vivimos aquel año es una alegría que no se paga con nada. Esta profesión me ha llevado a conocer gente maravillosa. Son geniales. Si no he estudiado nada ¿para qué me voy a presentar a opos? Otro año será. Dicen que cuando hay interés se nota pero, cuando no lo hay, se nota mucho más. Estoy de acuerdo .
Acabo de llegar de uno de mis rincones favoritos que descubrí hace dos meses. Ojalá pudiera caminar por la arena, pero no puedo por mi lesión en el pie (prohibido por el fisio y porque llevo muleta). Así que, aparco justo delante, camino unos cuantos metros, y mientras la gente va y viene, me siento en plena oscuridad oyendo el sonido del mar. Me encanta mirar hacia arriba, ver un cielo estrellado y una luna difuminada por el movimiento en el agua. Arriba, contemplada en toda su plenitud, me enamora. Con lo fácil que sería cerrar los ojos, y pensar que no ha ocurrido...
Es curioso, porque no soy nueva en esto, pero como si lo fuera. Demasiado tiempo ha transcurrido desde la última vez que escribí o me dejé llevar sin pensar en lo que esto significaría. Puede que yo también haya cambiado en este "demasiado tiempo" aunque en el fondo sigo siendo aquella chica que empezó a escribir en un blog allá por el 2007.
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